El Producto Bruto Interno (PBI) subió 5,8% en el primer trimestre del 2025 respecto al mismo período del año anterior, un bajo punto de comparación tras el derrumbe de la devaluación de diciembre 2023 y el hundimiento económico. La actividad apenas volvió a situarse en el nivel de dos años atrás, en enero de 2023, y sin superar los valores de hace más de 10 años.
El Gobierno pretende simular que la economía transcurre por buen camino, mientras prepara los números para presentarle este martes a la comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) que viene a monitorear la economía e imponer más condiciones.
Los números surgen del informe elaborado este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Comparada con el trimestre anterior (el cuarto del 2024) la medición del PBI subió sólo 0,8%, lo que implicó una desaceleración desde la medición previa. Asimismo, contrasta con la estimación que había publicado el estimador de actividad económica (EMAE) que anticipaba un crecimiento de 1,5%. Esta desaceleración se explica por una moderación de las exportaciones y el ajuste del gasto público (se reduce el «consumo público» en las cuentas nacionales.
En términos trimestrales, los factores de la demanda que crecieron fueron el Consumo privado (2,9%) y la Formación bruta de capital fijo (9,8%), mientras se redujeron las Exportaciones 1,5% y el Consumo público bajó 0,1%. Por el lado de la oferta, las Importaciones pegaron un salto de 17,7%, otro de los elementos que absorbe las escasas divisas, producto del dólar planchado.
PBI por actividad
Entre los sectores de actividad, las mayores subas interanuales se vieron en Intermediación financiera (27,2%), Pesca (11,6%) y Hoteles y restaurantes (9%), Comercio mayorista, minorista, y reparaciones (+7,3%).
Luego se encontraron los sectores: Explotación de minas y canteras (+6,6%), Construcción (+6,1%), Industria manufacturera (+5,1%), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+4,3%), Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+3,7%).
En cuanto a los que menos subieron se ubicaron: Enseñanza (+0,5%), y entre las que se contrajeron estuvieron Hogares privados con servicio doméstico (-2,2%), Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-1,2%), Otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales (-1,6%) y Servicios sociales y de salud (-0,6%).
Festejo en falso
«Todo esto en un contexto de colapso de la inflación, y recomposición de precios relativos. Sin defaults, sin romper contratos y con un Banco Central capitalizado» destacó Luis Caputo, el ministro de Economía, en la red social X. Cuando terminaba de escribir este tuit, se preparaba para recibir una misión técnica del FMI que llegará este martes, a quien debe «rendirle cuentas» para rogar por un nuevo desembolso que le permita al gobierno estirar el sostenimiento del tipo de cambio apreciado.
El Banco Central «capitalizado» más bien está cada vez más endeudado. Sin dólares genuinos, el repunte del indicador de actividad económica se apoya en una suba del consumo en dólares por la apreciación cambiaria y un rebote respecto a un bajo punto de comparación. Caputo viene emitiendo Repo, Bonte, Bopreal y distintos tipos de instrumentos de deuda para intentar sostener el tipo de cambio y «acumular» reservas para cumplir con la meta del FMI.
Este martes llegará una misión técnica del FMI encabezada por Bikas Joshi, como parte de las discusiones relacionadas con la primera revisión en el marco del EFF (Programa de Facilidades Extendidas) que Milei y Caputo acordaron en abril de este año con el FMI. El programa comprendió un préstamo total de U$S 20.000 millones, de los cuales el Fondo ya desembolsó U$S 12.000, lo que le permitió al gobierno sortear lo que parecía ser su primera corrida cambiaria por los mercados en el primer trimestre.
El principal punto de discordia es el cumplimiento o no de la meta de reservas, que debía ser de U$S 4.500 millones hacia el 15 de junio. Como esto no iba a ser logrado, el FMI pospuso la misión y se trasladó al 9 de julio, emblemática y paradójica fecha. Asimismo, Caputo buscó solucionar este déficit de reservas genuinas con lo que sabe hacer: emitir más deuda. esencialmente un «Repo» con bancos por U$S 2.000 millones, junto con un bono de U$S 1.000 millones cada mes.
Todo indica que ni aún así, logrará juntar la meta que acordó con el FMI. La salida de dólares «por otras ventanillas» y la fiesta especulativa para unos pocos hacen imposible que el Gobierno pueda lograr, al mismo tiempo, controlar la inflación, impulsar la economía, pagar deuda y acumular dólares.
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