En diálogo con Canal E, es experta en comercio exterior Yanina Lojo analizó el notable repunte de las compras argentinas al exterior a través del régimen courier y el nuevo escenario que lo facilita.
Récord de envíos: un fenómeno en expansión
“Hubo un incremento realmente sustancial de las compras al exterior”, afirmó la entrevistada al referirse al notable auge de envíos por courier registrados en los primeros meses del año. Según datos oficiales, “pasamos a tener en el primer cuatrimestre del año más de 400.000 envíos por casi 60 millones de dólares”, cifra que ya duplica el total de 2024 bajo el mismo régimen. En abril se alcanzó un pico de 141.000 envíos mensuales.
Para Lojo, más que un boom repentino, se trata de una reactivación contenida: “Se reactivó la demanda de un servicio que estaba, pero que por las condiciones limitantes no era utilizado”.
Precios en dólares más estables, compras más accesibles
Uno de los factores que impulsó este fenómeno es la relación entre el tipo de cambio y la inflación local. “Tenemos una aceleración mayor de los precios con relación a cómo se movió el tipo de cambio”, explicó Lojo. Esto hace que muchas veces resulte más económico comprar directamente del exterior que adquirir productos en el mercado interno.
Además, el nuevo escenario tributario permite operaciones más ágiles y previsibles. “Se puso esta franquicia de 400 dólares hasta donde vos no tributás derechos ni tasas, pero sí vas a pagar el IVA y, si correspondiera, el impuesto interno”, detalló. Superado ese monto, los impuestos se aplican sólo sobre el diferencial.
¿Quiénes compran y qué eligen?
Aunque hay un aumento significativo de usuarios, la posibilidad de hacer compras al exterior sigue estando condicionada por la capacidad adquisitiva. “400 dólares son casi 420.000 pesos. No cualquiera puede hacer una compra de ese importe y además pagar los impuestos correspondientes”, remarcó Lojo.
Los productos más importados reflejan necesidades insatisfechas localmente. “Vas a tener en cabeza lo que tiene que ver con las computadoras, seguido por indumentaria y, en tercer lugar, todo lo que tiene que ver con juguetes”, puntualizó. Son rubros donde el diferencial de precios con el exterior es más notorio.
Un hábito que llegó para quedarse
Este auge del courier también se explica por un cambio cultural impulsado por la pandemia. “El argentino empezó a adoptar más el comercio electrónico con la pandemia”, señaló Lojo, aunque reconoció que el país aún está rezagado en comparación con otras naciones sudamericanas como Brasil.
“Cuando se restableció la normalidad, hay categorías de productos que el argentino prefiere ir y comprar todavía en el local”, explicó. No obstante, los avances tecnológicos y las reformas normativas abren el camino para que esta modalidad se consolide en los próximos años.
Comparaciones difíciles: el desafío de medir el fenómeno
Evaluar este crecimiento requiere considerar el contexto de años anteriores. “2024 marca un piso muy bajo para la comparación”, advirtió Lojo. Las importaciones venían cayendo desde 2022, y 2024 fue particularmente atípico.
Volver a los niveles pre-pandemia tampoco es una base confiable. “En 2017 y 2018 no teníamos ni la aceptación del comercio electrónico ni las plataformas desarrolladas como ahora”, dijo.
Para finalizar, agregó: “Las simplificaciones que se hicieron para permitir el ingreso de productos no estaban implementadas entonces”.