La UEJN reclama al gobierno y a la Corte una urgente recomposición salarial. Asegura que desde diciembre del 2023 perdió un 30% del poder adquisitivo.
10/09/2025 – 10:22hs
El consejo directivo de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) dispuso un nuevo paro nacional para este viernes, en reclamo de una recomposición salarial que vienen exigiendo desde antes de la asunción de Javier Milei. La organización gremial reparte culpas entre la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), pero apunta principalmente a los gobiernos de turno, tanto al actual como al de Alberto Fernández.
Voceros del sindicato que lidera Julio Piumato explicaron a iProfesional que «el encargado de girar las partidas es el Ejecutivo; en el caso de la gestión de Fernández no enviaban los fondos por su pelea con la Corte» y ampliaron: «Desde la llegada de los libertarios, mandan dieron en cuentagotas por su programa de ajuste».
Judiciales reclaman un aumento salarial del 10% «a cuenta»
Frente a este cuadro de situación, los judiciales vienen llevando adelante un plan de lucha con diferentes herramientas, casi en continuado. Pero antes de anunciar una nueva propuesta, el gremio hizo un pedido formal a la Corte Suprema, exigiendo un incremento del 10 por ciento aplicable a agosto.
La UEJN detalló que «con esta suba nos cubrimos frente a la inflación y podemos empezar a recuperar la pérdida de poder adquisitivo acumulada que alcanza el 29,2 por ciento, según denuncia el gremio. La caída del poder de compra de casi el 30 por ciento esta medida desde diciembre del 2023.
En la última movilización, Piumato afirmó que «vamos a seguir luchando por mejorar los ingresos de los y las trabajadoras judiciales» y criticó al gobierno «al que le importa un bledo la independencia judicial». En este punto explicó que la Casa Rosada autorizó un aumento salarial de sólo el 1,9 por ciento para julio, desoyendo la posición del Alto Tribunal que planteó la necesidad de recuperar los ingresos del personal del sector.
Cese de actividades y «Banderazo» en Tribunales
Ante la falta de respuestas, el sindicato anunció un paro nacional por 24 horas para este viernes, acompañado del ya clásico «Banderazo» en las puertas de los Tribunales porteños, manifestación que se repite en las principales ciudades del país.
Piumato confirmó que «formalizamos el pedido de aumento de un 10 por ciento para agosto que, si bien no cubre la totalidad de la pérdida, se seguirá reclamando hasta recuperar el total» y agregó que «no es un 10 por ciento lo que estamos perdiendo, es un 29,2 por ciento de nuestro salario y cada vez trabajamos más».
La Corte Suprema ya había oficializado una mejora salarial del 1,9 por ciento para julio, considerada «insuficiente» por el gremio. Además de la cuestión salarial, la UEJN expresó su rechazo al traspaso de la Justicia Nacional a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y a los proyectos que ponen en riesgo las jubilaciones de los trabajadores judiciales, como así también a la implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal, al que calificó como «ansiosa e improvisada» por la falta de fondos necesarios para su correcta aplicación.
Si no hay acuerdo, habrá más paros
Piumato exhortó a la Corte Suprema que se «ponga firme» frente al Ejecutivo para plantear las necesidades de la Justicia tanto en materia salarial como laboral, al tiempo que advirtió que los trabajadores no se quedarán «de rodillas ante la precarización de sus derechos por parte del Poder Ejecutivo«. Asimismo, denunció que «hay un ajuste presupuestario que está afectando el normal funcionamiento de la Justicia y amenaza con profundizarse».
El titular del sindicato de judiciales advirtió que «no vamos a aceptar jamás esa pérdida salarial, porque esos salarios nos costaron sangre, sudor y lucha», y consideró que la inflación es un «sueño dibujado» para los precios reales que se encuentran los trabajadores en el supermercado.
Más allá del cese de actividades y manifestaciones de este viernes, la organización gremial prevé profundizar la duración de los paros; es decir, pasar de las 24 horas a 36 y luego a 48 horas, intensificando además la campaña de visualización del conflicto.