jueves, 26 junio, 2025
InicioEspectáculosFórmula 1, con Brad Pitt: vértigo, adrenalina y un motor de entretenimiento...

Fórmula 1, con Brad Pitt: vértigo, adrenalina y un motor de entretenimiento a sexta velocidad

Así como en Top Gun: Maverick el director Joseph Kosinski estaba cerca de lograr que nos sintiéramos como volando en uno de esos cazas de combate, ahora el mismo realizador en F1: la película consigue superarse y -casi- experimentamos estar al volante de un auto de Fórmula 1.

Ese aspecto, el compartir aunque sea desde la butaca de un cine la adrenalina que conlleva manejar a más de 300 kilómetros por hora, que experimenta la elite de pilotos de F1, es uno de los muchos aciertos de la película con Brad Pitt y Javier Bardem.

Porque no todo es estar arriba de un coche, hacer un sorpasso al utilizar DRS (Drag Reduction System, o Sistema de Reducción de Resistencia al Avance) en las rectas de cualquier circuito. En F1: la película hay una trama que se sostiene, y que se sostendría sin las cuatro cámaras mostrando adentro del cockpit del auto que conduce Brad Pitt.

Brad Pitt, ex piloto y su segunda oportunidad

La de F1 es una historia de segundas oportunidades, y también de primeras chances de alcanzar un logro. Está Sonny Hayes, el personaje de Pitt, un expiloto de Fórmula 1 que era una joven promesa y que tras un terrible accidente en la época que competía con Schumacher o Senna debió abandonar su sueño de ser “el mejor del mundo”.

Brad Pitt, Damson Idris y, sí, Carlos Sainz. Fotos WB

Y ahora la suerte le golpea la puerta otra vez, en la mano de Ruben Cervantes (Javier Bardem), colega de aquella época, hoy al frente de una escudería en la F1, Apex, que está a punto de perderlo todo si no consigue que la bandera a cuadros caiga primero que nadie tras un piloto suyo.

Sonny vive en una Van, gana bonus corriendo por ejemplo en un equipo de varios en las 24 horas de Daytona. Es aguerrido, no le teme a nada, y si acepta, se sumará a una escudería que está en el fondo de la grilla en todas las largadas.

Sí, como Alpine, donde corre Colapinto.

Brad Pitt manejó él mismo el auto, a más de 290 km/h.

Brad Pitt, estratega y tramposo

Y en Apex, Sonny será el segundo piloto detrás del rookie, el novato Joshua Pearce (Damson Idris), que tiene mucho de lo que era Sonny hace más de tres décadas: “arrogante, engreído y con mucho que aprender”, como le dice Cervantes.

Decíamos que F1 es una película de segundas oportunidades. Para Sonny, tal vez para Cervantes, seguramente para el director Kosinski, aunque con Top Gun: Maverick le haya ido de maravillas. Pero con el nuevo dispositivo de las cámaras instaladas en el auto pega un salto cualitativo en calidad de lo que se puede sentir viendo las imágenes.

Kosinski enfrenta a Sonny con JP, como lo apoda Sonny, en una cuestión de individualismo, por parte del joven, que contrasta con todo lo que haga Sonny para que el equipo vaya escalando posiciones en cada carrera. Mañoso, algo tramposo y jugando al borde, al límite de lo legal, es el verdadero estratega del team, más que la directora deportiva e ingeniera que interpreta Kerry Condon, algo desdibujada y subrayada en esto de ser la primera mujer en un lugar tan alto en la Fórmula 1.

Por supuesto que hay romance en el filme, pero apto para todo público.

Obvio que el protagonista es el personaje de Pitt. El tipo que viste una media de distinto color, que antes de subir al coche se saca el reloj pulsera, mira la foto con su padre y toma una carta de póker y, sin mirarla, la guarda en un bolsillo de su traje ignífugo. El hombre que dice que ama correr, pero que no lo hace por dinero, que no tiene nada que perder, y como tal, dará todo -hasta lo que aparentemente ya no tiene- para que quienes lo rodean alcancen el triunfo.

El piloto al que lo choca un Alpine en uno de los tantos circuitos verdaderos -los grandes premios de Silverstone, Budapest, Monza, Países Bajos, Suzuka, México, Bélgica, Las Vegas, Abu Dabi- donde se rodó la película.

Sonny y JP, compañeros de equipo, pero también rivales.

¿Qué es lo que le corre por el rostro, casi al final? ¿Una gota de sudor, o una lágrima que cae de su ojo derecho?

Es cierto que a Sonny lo pudo interpretar Tom Cruise, pero quizá su auto no hubiera llegado al final del rodaje intacto. Pero Brad Pitt está estupendo en una película con música de Led Zeppelin a Ed Sheeran, que dura más de dos horas y media, pero que pasa, je, rapidísimo.

«F 1: La película»

Muy buena

Acción/ Drama. Estados Unidos, 2025. 155’, ATP L. De: Joseph Kosinski. Con: Brad Pitt, Javier Bardem, Kerry Condon, Damson Idris. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta, Pilar y Avellaneda, Showcase Belgrano, Haedo y Quilmes.

Más Noticias