“La vicepresidenta sólo habla sobre cuestiones que hacen a sus responsabilidades”, explicaron a PERFIL cerca de Victoria Villarruel para justificar el estricto silencio de radio que mantiene sobre Cristina Fernández de Kirchner. Desde el martes la titular del Senado se mueve con el doble de cautela que tuvo hasta entonces, pero dentro del oficialismo no pierden de vista que la vice no dijo una palabra al respecto. No reivindicó la confirmación de la condena por parte de la Corte Suprema contra la expresidenta y tampoco se diferenció.
En los pasillos de la Cámara Alta, algunos senadores se animaron a evaluar las razones del mutismo de Villarruel. “No quiere hacer nada que implique una reprimenda de la Casa Rosada después de todo lo que ha pasado”, explicó una espada libertaria. Son sólo seis las que tiene el oficialismo y los consultados reconocen que no se sorprendieron por el silencio de Villarruel. Otros creen que existe otra razón de peso: no aumentar la tensión con el peronismo y mucho menos con el kirchnerismo. “Si hay rispideces con los K, me arruinan la gestión”, le han escuchado decir a la titular del Senado cuando le preguntaron por el tono amable que mantiene, entre otros, con el titular de la bancada panperonista, José Mayans.
Hubo una rosca previa que alimenta sospechas desde la Casa Rosada y también en el Senado. El tema quedó en un segundo plano, porque el beneficiado de esos contactos ya renunció. Se trata de Emilio Viramonte Olmos, quien fue votado en el recinto para ser el secretario administrativo de la Cámara. Se fue descontento y sostuvo que nunca lo dejaron ejercer. Pero llegó al cargo con votos opositores y luego de un discreto intercambio con el panperonismo, que prestó sus voluntades. Ahora el puesto está vacante y Villarruel tiene que buscar un reemplazante. Cuando lo tenga volverá a necesitar apoyos peronistas, pero sus amigos libertarios dicen que, aún así, podría haber hecho una reivindicación del rol de la Justicia.
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Pero hay una tercera ventana de desconfianzas. Apuntan sobre el general retirado Claudio Gallardo, quien ahora esta a cargo de la Dirección General de Seguridad del Senado y dentro del palacio lo señalan como el virtual jefe de gabinete de Villarruel. El militar viene del aparato de Inteligencia y tiene una vieja relación con un sector verde olivo del kirchnerismo. “En el primer año de la administración de CFK, cuando el general César Milani asumió la inteligencia militar, Gallardo pasó a ser jefe de Inteligencia en Neuquén. Hacia 2011 fue designado jefe del Departamento de Inteligencia. Para 2013, ascendió a jefe del Destacamento de Inteligencia de Combate. Esa carrera llevó a varios medios hegemónicos a repetir que era un hombre “de Milani y el kirchnerismo”, contó el periodista Horacio Verbitsky en el portal El Cohete a la Luna.